Red vial incaica
Se denomina red vial
incaica o la gran carretera de piedra, al
entramado de caminos que conformaban el sistema vial del imperio incaico. Se
emplean los términos de: Capac Ñan y Qhapaq
Ñan (en quechua: ‘camino
real’ o ‘camino del Inca’) tanto para la totalidad de esa organización de rutas
como para el camino principal (de aproximadamente 5200 km de longitud). Todos
estos caminos se encontraban conectados al Cuzco, la capital del Tahuantinsuyo o Imperio incaico, facilitando su
comunicación con los distintos pueblos anexados en el marco del proceso
expansivo inca; al mismo tiempo, constituían un efectivo medio de integración
político–administrativa, socioeconómica y cultural. Dado que el Capac Ñan
interconectaba localidades tan distantes como Quito, Cuzco yTucumán, durante el siglo XVI fue empleado por los conquistadores
españoles para invadir Perú, Bolivia, Chile y las pampas cordilleranas
argentinas.
El famoso «Camino del Inca» que une la ciudad deCuzco con el sitio arqueológico de Machu
Picchu, es solo una parte mínima y tangencial de la gigantesca red de
caminos incas.
Red en Suramérica
Partiendo desde el Cuzco, el
Capac Ñan permitía recorrer los cuatro "suyos" (quechua suyu: ‘región’ o ‘territorio’) que
constituían elTahuantinsuyo:
·
al norte el Chinchaysuyo, ocupado por grupos como los
chincha, chimúes o yungas y pastos;
·
al sureste el Collasuyo, ocupado por aimaras, collas y
puquinas;
·
al suroeste el Contisuyo, ocupado por grupos como los conti o
conde, collaguas y colonos de origen puquina; y
El Capac Ñan permitió el control económico y político de estos
pueblos, al mismo tiempo que su integración, el intercambio y mobilización
estatal de diversos productos, la transmisión de valores culturales, el acceso
a los diferentes santuarios incaicos y el desarrollo de prácticas comunes; fue
además un símbolo del poder imperial cuzqueño y de su expansión a lo largo de
la geografía sudamericana, que incluyó seis países andinos actuales: Perú, Argentina, Bolivia, Chile, Colombia y Ecuador.
Con un total de sesenta mil kilómetros de longitud,1 esta columna vertebral hábilmente construida
por manos de especialistas puede ser comparada, por sus dimensiones, con la Ruta de
la Seda o la Gran Muralla China.
Historia
El camino
entre el templo de Pachacámac y el Apu Pariacacaes anterior a la conquista incaica.
Si bien existieron varios caminos construidos por civilizaciones complejas, es
durante el Tahuantinsuyo que la red vial se incrementa notablemente. En la foto
se observa una parte de la escalinata que subía hasta el nevado Pariacaca.
Calzada
incaica. Gran parte del camino del Inca y algunas redes viales transversales
estuvieron cubiertas por bloques de piedra o lajas.
Los caminos antes del
Tahuantinsuyo
Varios de los caminos que actualmente se observan en el área
andina ocupada por el Tahuantinsuyo tuvieron un origen preinca, siendo
construidos por entidades políticas de alta complejidad como Tiahuanacoo Huari; otros caminos menores, en
cambio, fueron construidos por pequeños grupos étnicos que trataron de unir
centros de culto o templos regionales. Tal es el caso del camino construido
entre el templo dePachacamac (frente
al mar) y el apu Pariacaca, nevado localizado a más de 5700 msnm.2
La cantidad y la longitud de los caminos en la época preincaica se
vio limitada por las constantes tensiones y el ambiente de guerra que vivían
los señoríos y Estados; la construcción de caminos era peligrosa y solo se
ejecutaban algunos tramos durante períodos de tregua. Antes de la llegada de
los incas, los caminos eran exclusivamente locales, es sólo con su llegada y
poder centralizador que la red vial se amplió a grandes magnitudes.2
Los caminos durante el
Tahuantinsuyo
Cuando los incas empezaron a conquistar el resto de pueblos de
Sudamérica, el dominio del espacio para la construcción de caminos quedó
enteramente a disposición de la etnia cuzqueña; a partir de este momento las
redes viales se incrementaron exponencialmente hasta cubrir una extensión que
posiblemente alcanzó los 60.000 kilómetros.1
El inicio de las grandes obras viales fue llevado a cabo por orden
expresa del Inca Pachacutec. Este soberano vio la necesidad de
construir caminos con el objetivo de mantener el control sobre los territorios
anexados, de esa manera se podían trasladar más rápidamente los funcionarios y
las tropas.2
Según lo señala Juan de
Betanzos, antes de que Pachecutec iniciase su gobierno se lo observaba
pintando y dibujando caminos y puentes, especificando a los orejones cuzqueños
la manera en que debían ser construidos. La obra de Pachacutec fue continuada
por sus sucesores. La red vial incaica la componían tres elementos básicos: las
calzadas y bordes de los caminos, los puentes y los depósitos.
La red vial era indispensable para la organización incaica, no
solo para trasladar ejércitos y funcionarios sino también para la movilización
de «mitmaq», el
transporte de productos cosechados en los territorios conquistados por los
incas (en cada territorio existían tierras específicamente destinadas para que
su producción fuera trasladada al Cuzco; estas cosechas eran almacenadas en los
«tambos») y el desplazamiento de los «chasquis».2
El Capac Ñan y los otros caminos
Siendo el troncal principal de toda la red vial incaica, el Capac
Ñan destacaba por recorrer longitudinalmente todo el Tahuantinsuyo (Imperio
incaico) a lo largo de la cordillera de los Andes, desde el actual occidente de Argentina hasta el sur de la actual Colombia.2El camino
del Inca se encuentra empedrado en gran parte y tiene varios metros de ancho.
Paralelo al camino del Inca existió un camino que unía las localidades
costeras, que en aquellos tiempos eran denominadas «yungas».2
Este camino costero estaba unido al Capac Ñan por varios caminos
transversales que incluso llegaban hasta las selvas y el Gran
Chaco (Argentina,
Bolivia y Paraguay). En el caso del camino costero, no estaba empedrado pero
sus bordes se encontraban delimitados.2
Los cronistas españoles describieron con elogios el Capac Ñan,
algunos exaltaban su «excelente» funcionamiento mientras que otros destacaban
su rectitud en algunos tramos y su limpieza, añadiendo que podían cubrir
grandes distancias en corto tiempo y con un esfuerzo mínimo.2 Según Bernabé
Cobo los
caminos incaicos se estrechaban al pasar por los valles y quebradas, además el
cronista describió que los caminos tenían altos muros que en algunos casos
tenían pintados animales y seres monstruosos, estos muros servían para que los
ejércitos pasaran sin dañar los cultivos.2
Se sabe que los curacas estaban obligados a ordenar el
mantenimiento de las vías cercanas a sus dominios, limpiando la acumulación de
tierra en los caminos, el reparado del empedrado y la limpieza de las acequias
que protegían los caminos. La apariencia de los caminos al salir de los valles
era distinta, puesto que las vías se hacían más anchas y era muy común ver unos
apilamientos de piedras que marcaban los puntos escarpados entre los cerros,
estos cúmulos eran denominados «apachetas». Como fuera señalado por George Squier entre los años 1863 y 1865, aquella vieja
costumbre de dejar piedras en las cuestas difíciles de los caminos incaicos las
convertía con el paso del tiempo en marcas, a manera de hitos, que demarcaban
estos caminos.2
Para lidiar con las zonas fangosas era necesaria la construcción
de una base hecha de piedra tosca unida con argamasa de barro que,
finalmente,era recubierta con césped, formando un terraplén. Debajo de este
terraplén se hacían canaletas que permitieran eliminar el exceso de agua. Para
las cuestas empinadas construían escalinatas o la surcaban con caminos en
zigzag.2
En general no existió un único patrón de diseño de los caminos
incaicos, estos mas bien se adaptaban a la topografía que atravesaban. El trazo
dependía en gran medida de factores como la densidad poblacional de las zonas
que se iban a conectar o la importancia económica del sitio al que se dirigía
el camino. Y, si bien es cierto los incas preferían trazar sus caminos en línea
recta, el terreno accidentado los obligaba a delinear sus caminos sorteando los
obstáculos.2
Los puentes
En la foto
el puente colgante de Q'eswachaca hecho de una fibra de ichu denominada
«qoya ichu».3 La renovación de este puente se hace mediante un ritual de
4 días que se ha mantenido desde el periodo incaico.3
Alberto Regal en sus investigaciones cataloga a los puentes
incaicos en base a las técnicas de elaboración de la siguiente manera:
colgantes, flotantes, de madera, de piedra y oroyas.2
La construcción de puentes se hacía indispensable debido a la
realidad geográfica andina. Los puentes más comunes fueron los hechos con
troncos de árboles y los elaborados con trenzas de diversas fibras. En el caso
de los puentes con troncos se utilizaron solo en los lugares en donde la
geografía se lo permitía, y para esto era necesaria una base de piedra (dos
peñones contrapuestos) que eran labrados para que los maderos encajen. En
tiempos coloniales tempranos,Miguel de
Esteteafirmó que a la salida de Huánuco
Pampa existía
un puente hecho con gruesos maderos, en tanto que cerca a Cajamarca existía un puente hecho con bases de piedra y
maderos muy gruesos.2
Los puentes colgantes fueron los más comunes en la zona andina.
Eran construidos con fibras vegetales que estaban fijadas a unas sólidas bases
de piedra a cada lado, estas fibras eran trenzadas hasta formar cables de 50 o
60 centímetros de diámetro, y para pasar la cuerda de un lugar a otro se
utilizaba otra cuerda más fina hecha de cáñamo que se denominaba «chahuar». La
fibra para los puentes era variable según la región, podían ser de mimbre,
tasca (Escallonia
patens), lloque(Kageneckia lanceolata),
ichu (Stipa ichu) o chachacomo (Escallonia
resinosa); en algunas zonas se utilizó el denominado «arbusto de Chilca» (Baccharis latifolia).
En las zonas en donde no había arbustos también se utilizó el maguey (Furcraea andina), fibra que también fue
conocida como «pita» o «cabuya». En algunos casos los puentes tuvieron troncos
tendidos para facilitar el tránsito en la mayor de las veces tenían fibras
tejidas o entrelazadas.2
Hay que acotar que la mayoría de los puentes incaicos fueron
quemados durante las guerras
civiles entre los conquistadores españoles y la sublevación de Manco
Inca. En la Relación
francesa de la Conquista(escrito en 1534) se describe que
en las Indias existían poderosos ríos de los cuales colgaban puentes de gruesas
cuerdas y que existían puentes por donde pasaban los grandes señores y otros
donde pasaba el común popular.2
Los ríos también podían ser cruzados por medio de oroyas
(denominadas también tarabitas o huaros, dependiendo de la región).Bernabé
Cobo describe
que estas "tarabitas" se hacían con cuerdas de ichu o lianas
tan gruesas como una pierna. Estas cuerdas eran amarradas a peñas de una orilla
a otra y de esta colgaba una canasta, sobre la que se sentaba una persona y por
medio de la soga se jalaba de una orilla hacia la otra.2
En el caso del río Desaguadero existía un puente flotante hecho por una
hilera de balsas de totora cubierta por diversas plantas acuáticas secas
(entre las cuales también había totora). Según testimonios recogidos por los
cronistas, este puente sobre el Desaguadero fue colocado por orden del Inca Huayna Cápac, quien consideraba indecoroso que su
ejército cruzara el río en balsas.2