Lírica: “La Sangre Arenga”
LA SANGRE ARENGA es una obra poética que apareció hacia 1979. Por aquellos años la crisis
económica en la que estaba sumida el país dio origen a una oleada de protestas
contra la Dictadura que intentaba perennizarse tanto en la primera como en la
segunda fase. Las movilizaciones, huelgas y paros se pusieron a la orden del
día. Las calles de las ciudades se convirtieron en los escenarios
naturales de lucha. A petición de los protagonistas de esos años que
quieren contar con un ejemplar de aquella edición a mimeógrfo, agotada, aquí
van algunas composiciones:
H
A M B R E

Hambre, amargura de la vida,
hambre, compañero de la muerte,
hoy te has reído más que nunca
en mi paladar ensangrentado,
al arrebatarme el pan
que mis manos forjaron.
Hambre, te has reído
también en mis intestinos
y hasta mis huesos
has llegado carcomiendo
la médula de mi alma.
Hambre, hoy has pensado
asesinarme como siempre
lo has hecho con otros.
Has humillado mi estómago
y has querido silenciar
mi lengua y mis labios;
pero, en esta lucha
terrible y desigual
hoy pienso enarbolar la bandera
con mis versos
y llamar a todas las gentes
del mundo para invitar a empuñar
las metralletas de la conciencia,
para perseguirte
por aire,tierra
y mar, y al compás
del traqueteo marcial,
cerrar tus bocas
para que ya ni más
succiones
la sangre del mortal;
pero, aún agonizante
te humillaremos,
te despreciaremos,
te lapidaremos
todos los hombres
y cavaremos una fosa
para enterrarte
y silenciar: El llanto
el dolor y la angustia
que sembraste en tu existencia!
L
I B E R T A D

Te busco Libertad,
te busco.
En todas partes
averiguo:
en dónde estás,
qué camino has tomado,
en qué pueblo vives,
qué es lo que haces;
mas, nadie sabe
y hasta creo
que nadie te conoce;
sin embargo,
te busco.
Quiero saber
cómo eres, cuáles son tus costumbres,
con quiénes vives
y a quiénes proteges.
Quiero conocerte
e invitarte
a mi pueblo,
y en mi casa
y en todas las casas
te daremos un lugar
para que alegres
a los niños
y mezcles
tu sangre con la nuestra.
Tú,
sólo tú Libertad,
quiero que contemples
a este mi Perú,
míralo por dentro y fuera,
sólo así
comprenderás
por qué te busco.
Hazte presente
te llamo a gritos:
¡LIBERTAD!
para que termines
con los encarcelamientos
y las injusticias
que han hecho sus nidos
en las puertas de las cárceles,
en los Tribunales de Justicia,
en todas partes.
Tú,
levanta tus manos
y protégenos
a los que por tu causa
luchamos
y seguiremos luchando.
¡Ya basta de humillaciones,
de servilismos,
opresiones,
de ultrajes
y calamidades!
¡Libertad!
quiero escuchar
a los niños tuyos
y a los de mi pueblo
entonar en coro
tu nombre
e irrumpir
por las calles y plazas
con las alas libres
sin que nadie los ofenda.
Pues,
aquel día
bien podré morir
contento como nadie,
porque también
las alas
me habrán crecido.
S
A N G R E

La metralla
le partió el alma
y ahí, sobre la tierra,
cayó de espaldas.
La sangre salió corriendo,
tibia, rugiente,
e hizo un arabesco
sobre el polvo
para encharcarse
sobre el hoyo.
El pueblo gritó:
-¡Carajo!
y cerró sus puños
hasta ponerlos como hierro.
Miles de obreros
rugieron de rabia
y resueltos
desde las fábricas
salieron a las calles.
Miles de campesinos,
como huracanes,
bajaron desde las punas
y la cólera se regó
por las cumbres,
por los valles,
por los campos
y ciudades.
Todos, con los puños en alto
y los pechos descubiertos,
desafiando a las balas
se volcaron a la lucha.
¡Qué importaba morir
si matar a la opresión
era lo primero!
Los gritos de ¡LIBERTAD!
subieron a los cielos
y se esparcieron sobre la tierra
bajo el sordo crujir de las balas.
Los heroicos combatientes
con los labios sangrantes,
escupiendo el plomo,
no se cansaban de martillar
los cuerpos fugitivos
de quiénes se alimentaban
con nuestra sangre;
luego, cuando las balas
acabaron sus entrañas,
sobre sus cadáveres
se levantó la TIERRA,
se erigió la CASA,
cantó el NIÑO
y la VIDA comenzó a renacer
ADAPTACIÓN DE MANUEL NIEVES FABIAN